Se ha demostrado que los programas de ejercicio personalizados son beneficiosos para los pacientes con espondiloartritis. Un estudio realizado con pacientes que participaron en un programa de ejercicio adaptado a sus necesidades individuales mostró mejoras significativas en la función física, reducción del dolor y aumento de la movilidad articular. Estos programas de ejercicio supervisados por profesionales de la salud se están convirtiendo en una parte integral del tratamiento de la espondiloartritis.
